El costo estimado de la coccidiosis en el mundo se sitúa entre 9.200 y 15.600 millones de dólares, o aproximadamente 20 centavos de dólar por pollito (Blake et al., 2020). Estas cifras estimadas derivan del costo de los recursos profilácticos y terapéuticos, así como también, de las pérdidas asociadas en términos de desempeño y mortalidad. Otras pérdidas, debido a problemas secundarios vinculados a la coccidiosis, también pueden aumentar el impacto económico general. Muchos protozoarios afectan el sector de animales de producción, pero, en el caso de las aves de corral, hay siete diferentes especies de parásitos protozoarios del género Eimeria que infectan diferentes regiones del tracto intestinal (Shirley et al., 1986). Independientemente del sitio de infección, las especies de Eimeria tienen un ciclo de vida complejo que incluye fases tanto en las aves como en el medio ambiente. Dependiendo de la especie de Eimeria, del sitio de infección y de la fase del ciclo de vida, ciertas estrategias de prevención pueden ser más eficaces que otras (Chapman and Rathinam, 2022).
Durante más de 50 años, los productos químicos sintéticos, los ionóforos y la combinación de ambos han estado disponibles para el control de la coccidiosis. No obstante, hace muchos años que no se desarrollan nuevos fármacos anticoccidianos (Novak et al., 2019). Por ese motivo, es aún más crítico optimizar las estrategias actuales disponibles para el control de la coccidiosis. No todos los productos químicos sintéticos tienen modos de acción conocidos, pero, en general, los productos químicos afectan las Eimeria alterando su metabolismo durante las fases de ciclo de vida intracelular, y los ionóforos lo hacen alterando el equilibrio osmótico durante el ciclo de vida extracelular (Chapman and Rathinam, 2022). A menudo, estos dos fármacos anticoccidianos se utilizan en combinación, debido a sus modos de acción complementarios y a la cobertura adicional que los ionóforos tienen sobre las bacterias Gram positivas. La ventaja de esta estrategia radica en que la coccidiosis puede predisponer a las aves a la enteritis necrótica que resulta en altas tasas de mortalidad y pérdidas de producción. Por lo tanto, el uso de productos químicos con ionóforos o el uso de ionóforos solos puede ofrecer cobertura, tanto para la coccidiosis como para la enteritis necrótica. Pese a que las combinaciones de productos ionóforos y químicos se han utilizado con éxito durante varias décadas para combatir la coccidiosis, ya se ha reportado el desarrollo de resistencias (Glorieux et al., 2022).
Los anticoccidianos químicos tienden a inducir resistencia más rápidamente que los ionóforos debido a su modo de acción durante el ciclo de vida intracelular de Eimeria. Sin embargo, dicha resistencia puede quedar enmascarada al utilizar mezclas de productos ionóforos y químicos, ya que las Eimeria resistentes a los productos químicos pueden seguir siendo sensibles a los ionóforos, con lo cual su uso profiláctico general continúa siendo eficaz. De todos modos, el reto con los ionóforos es que poseen un rango muy estrecho de seguridad, lo cual puede contribuir a reducir el desempeño y afectar la tolerancia al calor. Muchos productores han puesto en práctica programas que hacen la rotación de los anticoccidianos entre los lotes (programas de rotación) o utilizan diferentes anticoccidianos en los alimentos balanceados de iniciación, crecimiento y terminación (programa dual o shuttle) para mantener o mejorar la sensibilidad de los fármacos contra Eimeria.
Figura 1. Ejemplos de programas de rotación, shuttle y bio-shuttle utilizados en la producción comercial*
*La figura destaca un ejemplo de programas; los descriptores utilizados pueden variar según el país y las normativas sobre categorías de productos.
Otra estrategia para mejorar la sensibilidad a los fármacos consiste en pasar del uso de productos anticoccidianos al uso de una vacuna contra la coccidiosis. Las vacunas contra coccidios se basan en determinadas especies de Eimeria e inducen la inmunidad tres o cuatro semanas después de la vacunación (Tewari and Maharana, 2011). La introducción de Eimeria no resistente mediante la vacunación puede repoblar el medio ambiente del galpón y restablecer la sensibilidad a los fármacos. Sin embargo, la eficacia de esta estrategia para restaurar la sensibilidad ambiental a los fármacos contra Eimeria puede verse afectada por las estrategias de manejo de la cama (o sea, criar a las aves en cama fresca para cada ciclo o reutilizar la cama para varios ciclos). Uno de los retos con el uso de las vacunas contra coccidios es que tienden a afectar el desempeño durante el periodo en que las aves adquieren inmunidad. Esta pérdida de desempeño asociada es más difícil de superar cuando las aves se comercializan a una edad más temprana, en comparación con las que se comercializan a una edad más avanzada, dado que las primeras tendrán poco tiempo para recuperar el desempeño perdido. La recuperación de la pérdida de desempeño vinculada a la vacunación es una de las áreas en que se pueden utilizar los aditivos alimentarios como parte de una estrategia de manejo de la coccidiosis.
Tabla 1. Consideraciones sobre las estrategias anticoccidianas utilizadas en la producción comercial*
| Productos químicos | Ionóforos | Vacunas | Aditivos alimentarios** |
Modo de acción | Inhibición de Eimeria | Inhibición de Eimeria | Inmunidad del huésped | Varía en función del compuesto utilizado |
Capacidad de inducir resistencia | +++ | ++ | ? | ? |
Fuerza relativa | +++ | ++ | + | ++ |
Cobertura potencial de bactérias Gram positivas | + | ++ | + | + |
Compatibilidad con el programa NAE - ‘No antibiotic ever’ | Yes | No | Yes | Yes |
Costo relativo | ++ | + | + | + |
*Información resumida a partir de las referencias ofrecidas.
**Los aditivos alimentarios pueden incluir fitogénicos, prebióticos, probióticos, nuevos moduladores metabólicos, etc.
Los aditivos alimentarios como los probióticos, prebióticos y fitogénicos ya forman parte de muchas estrategias de manejo de la coccidiosis debido a su conformidad con programas como ‘Sin antibióticos jamás’ (No antibiotics ever – NAE) o ‘Libre de Antibióticos’ (Antibiotic free) y a sus modos de acción únicos que complementan los diferentes programas de rotación dual (shuttle). Por ejemplo, Eimeria ataca el intestino y los nutrientes se filtran al lumen. En ese caso, los probióticos vivos pueden ayudar a resolver la situación mejorando la integridad intestinal, mientras que los moduladores metabólicos microbianos pueden reorientar esos nutrientes filtrados hacia el metabolismo microbiano benéfico. Si la resistencia fuera un problema o si se busca una alternativa, el uso de mezclas de fitogénicos y saponinas sería una forma de evitar los productos químicos más potentes, lo cual puede mantener la eficacia de los anticoccidianos a largo plazo. Al incorporar los aditivos alimentarios a los programas de rotación, rotación dual (shuttle) o híbrida (bio-shuttle) se puede mantener la eficacia de los anticoccidianos actuales y, al mismo tiempo, mantener el desempeño al nivel esperado cuando se apliquen otras estrategias.
Identificar la brecha en el programa actual de rotación o rotación dual (shuttle) es clave para determinar cuál estrategia se adaptaría mejor a sus necesidades. Nuestras soluciones a medida* incluyen:
Es posible desarrollar diferentes programas de acuerdo con las necesidades y dentro de su estrategia actual. El diagnóstico diferencial también puede incluir la identificación de otros desafíos que puedan estar contribuyendo, como las micotoxinas o los niveles subóptimos de vitaminas. DSM ofrece una cartera completa de soluciones y servicios que pueden ayudarle a optimizar sus programas de rotación, rotación dual (shuttle) o híbrida (bio-shuttle) y, apoyados por una amplia cartera de productos, ofrecen cobertura frente a los factores predisponentes asociados con la coccidiosis y la enteritis necrótica.
01 June 2023
Shelby Ramirez es Directora Técnica Global de Avicultura en DSM Salud y Nutrición Animal. Posee un doctorado (PhD) de Iowa State University y una maestría (MS) de University of Illinois en fisiología de la nutrición y nutrición aplicada, respectivamente. Actuó en el área de investigación como investigadora postdoctoral en la agencia USDA y como gerente de investigación en Biomin antes de ocupar su cargo actual, en que se complace en conectar la ciencia con su aplicación.
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